FSC-CCOO Aragón | 21 noviembre 2024.

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      5 de junio, Día Mundial del Medio Ambiente: Nos jugamos el futuro

        Este año, reivindicamos combatir las posiciones de ultraderecha y su marcado discurso negacionista del cambio climático votando opciones políticas progresistas en las elecciones europeas del domingo.

        05/06/2024.
        Medio ambiente y contaminación. pixabay

        Medio ambiente y contaminación. pixabay

        Desde la Secretaría de Medioambiente, Igualdad y Movimientos Sociales de la Federación de Servicios a la Ciudadanía de CCOO (FSC-CCOO), queremos aprovechar la cercanía de las próximas elecciones al Parlamento Europeo para reivindicar la importancia de participar democráticamente con el objetivo de que Europa no caiga en manos de posiciones de ultraderecha con un marcado discurso negacionista del cambio climático. Sus propuestas son contrarias a los acuerdos adoptados en materia de transición energética con vistas a la consecución de los objetivos del Pacto Verde Europeo para ser el primer continente climáticamente neutro en 2050.

        La Asamblea de las Naciones Unidas celebra el Día Mundial del Medio Ambiente cada 5 de junio desde el año 1973. Un año antes se publicaba el informe “Límites del Crecimiento” elaborado por el MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts) para el Club de Roma en 1972. En ese informe, se advertía de que si el incremento poblacional, el crecimiento socio-industrial y la explotación de recursos naturales seguía el ritmo marcado por aquel entonces (hoy en día incrementado) los límites del crecimiento se alcanzarían en 100 años. Pues bien, más de 50 años después de dicho informe, las evidencias y datos científicos nos llevan a noticias como la superación a finales del pasado año de siete de los nueve límites planetarios para la vida (cambio climático, deforestación, pérdida de biodiversidad, cantidad de productos químicos sintéticos y escasez de agua dulce, entre otros).

        España no es ajena a estos datos alarmantes. Nuestro país ha declarado el estado de emergencia climática, al igual que Europa. Llevamos años sufriendo sucesivas olas de calor -cada vez más frecuentes y duraderas-, sequías, precipitaciones extremas, incendios forestales de sexta generación y proliferación de vectores y especies invasoras.

        El escenario climático y medioambiental al que nos enfrentamos como sociedad va a tener repercusiones en el empleo y, especialmente, en aquellos sectores más vinculados a la estacionalidad, como el deporte de nieve o el consumo elevado de combustibles fósiles como el transporte. Por ello, debemos enfrentarnos a esta crisis ecológica con un enfoque social que garantice una transición justa en cualquier política de transición energética y verde, para que se afronten sus costes adversos desde la perspectiva de la justicia social y la vertebración del territorio.

        Si la UE quiere cumplir con los objetivos climáticos para 2030, es necesario que en la próxima legislatura se acelere la implementación de las normativas ya aprobadas de forma armonizada a nivel nacional y garantizando su cumplimiento (Ley del Clima Europea, la Estrategia de adaptación al cambio climático, la Estrategia sobre la biodiversidad, la Estrategia Industrial Europea, Plan de Economía Circular, de agricultura, finanzas sostenibles, Transición Justa, entre otras). Asimismo, hay que plantear nuevas medidas para alinear a la UE con el objetivo climático para 2040 que se negociará tras las elecciones de junio 2024.

        Debemos adoptar un enfoque eco-social del futuro que supere las actuales bases del postcapitalismo verde y apueste por un nuevo modelo de “postcrecimiento”, donde el ahorro y la eficiencia de los recursos naturales sean prioridad y se vuelva a poner el foco en el ser humano y su relación con el entorno natural como prioridad y símbolo de bienestar social.

        Los cambios necesarios que deben afrontar España y la UE sin mayor dilación en las próximas décadas con políticas de transición energética, protección de la biodiversidad, garantizar el derecho humano al agua, etc… deberán buscar el necesario equilibrio entre naturaleza y mercado y conformar un sistema de gobernanza garante de los derechos de la ciudadanía.

        El papel de las organizaciones de la sociedad civil y, especialmente, de los agentes sociales estará en garantizar que NADIE SE QUEDE ATRÁS y desde la Federación de Servicios a la Ciudadanía de CCOO seguiremos nuestra labor de sensibilización en materia medioambiental, sin olvidar la parte social de cualquier transición necesaria hacia una economía más ecológica, pero justa.